Los primeros años de libertad

Tras la conquista de la independencia y la constitución de la nueva república, los cambios se dieron a paso lento, más en unas regiones que en otras. En el caso de Cochabamba, después de 1825, mucho tiempo tardó ésta en dejar atrás el estilo colonial que había impregnado diferentes ámbitos de la cotidianidad de sus habitantes. La modernización llegó pausadamente. Cochabamba fue por mucho tiempo una ciudad rural, donde la calma provinciana invitaba al vivir vegetativo y sedentario.

Así, Cochabamba ejecuta parsimoniosamente sus planes de progreso, de acuerdo a sus exiguos recursos comunales.

Las calles estaban mal empedradas con piedras redondas recogidas del empobrecido río Rocha, cuyas aguas, sin embargo, crecían con las lluvias hasta desbordarse y anegar la ciudad. Era costumbre para los pobladores pudientes pasar el verano en las campiñas de Cala Cala, Queru Queru, Quillacollo y Vinto para disfrutar su temporada de baños y vacaciones campestres.

Los primeros años de libertad en Cochabamba
Una niña posa en la fuente de la plaza Colón en el siglo XIX.

Imperceptible evolución

En efecto, desde la fundación de la República, hasta fines del siglo XIX, se consuma un periodo histórico de casi imperceptible evolución urbana y que casi se prolonga hasta la Guerra del Chaco, suceso que, a decir de Agustín Fernández Pommier, marcaría el verdadero punto de quiebre con el pasado.

Según Augusto Guzmán, el liberalismo si cambio algo en cierta profundidad con relación al periodo conservador, lo hizo en La Paz y Oruro, pero no en Cochabamba.

El Municipio sucedió al antiguo Cabildo, convirtiéndose en el espacio de transición entre lo rural y urbano. Es esta entidad, conformada por “hombres de bien y de buena voluntad”, la que se encarga de conducir lentamente a la ciudad hacia el progreso.

En enero de 1826, por decreto supremo, se crean las prefecturas. Los prefectos eran dependientes y agentes del Poder Ejecutivo, con atribuciones circunscritas a lo político, administrativo y económico.

En 1831 fue creada la Corte Superior de Distrito con cinco ministros y un fiscal y jurisdicción territorial en los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz.

Un año después, la Academia Bolívar, de practicantes juristas, y la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). De esta última saldrían hombres que más tarde dieron el esplendor a la cultura boliviana. En el transcurso del 800, la población, la población del departamento sufre fluctuaciones ondulatorias sumamente sensibles que se registran en los cinco censos practicados:

Año 1831: 226,000 habitantes; 1835: 162,000; 1845: 279,000; 1854: 322,000; y 1882: 176,760.

En la descomposición demográfica del departamento (Censo 1845), se asignaba a los blancos ( incluía a los mestizos) la cifra de 231,188 habitantes y a los nativos 43,747.